25 octubre 2009

Con perros de caza que temen al agua


Salgo cuando no tengo ganas,
así vuelvo pronto y no me tomo de nada.
Sabes cuánto me costó
perder mi banda y empezar a ser
de los que siempre inventan un final,
con perros de caza que temen al agua.

Veo más que nunca la tele
y lloro en los concursos donde regalan fama.
Dime cuánto puedes amar
a alguien que no vuelve a casa
con dinero ni la prensa le aclama.
Me asusto por nada, por nada de nada.

Dos pelícanos van
de la mano ante la autoridad a confesar
que me vieron amarte en el zoo
y aquello estuvo mal, bastante mal.
Dos pelícanos van
de la mano ante la autoridad.

Echo de menos las giras,
volver el domingo y quererte hasta mañana.
La vida era tan fácil y además
tenía suerte y derrochábamos
dinero hasta que no había nada,
pero llevabas zapatos de Prada.

Ceno con los chicos los jueves
y dicen que siempre tuve algo especial.
Me vuelvo a casa a empezar
a hacer canciones sobre el jorobado
y las campanas de Notre Dame.
A ver cómo quedan, si no te dan pena.

Dos pelícanos van
de la mano ante la autoridad a confesar
que me vieron amarte en el zoo
y aquello estuvo mal, bastante mal.

4 Comments:

At 19:42, Blogger David Suárez Suarón said...

Los pelícanos necesitarán un buen abogad@.La tristeza no se salva.

 
At 20:43, Blogger El Brujo said...

Triste es, y bastante...

;-)

 
At 20:54, Blogger evamaring said...

Siempre pensé que era una novela rusa esta canción.
Besos,
if

 
At 11:31, Blogger Guaje Merucu said...

Verdades como puños.
Sigo yo sin comulgar con ruedas de molino...

 

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