Con perros de caza que temen al agua
Salgo cuando no tengo ganas,
así vuelvo pronto y no me tomo de nada.
Sabes cuánto me costó
perder mi banda y empezar a ser
de los que siempre inventan un final,
con perros de caza que temen al agua.
Veo más que nunca la tele
y lloro en los concursos donde regalan fama.
Dime cuánto puedes amar
a alguien que no vuelve a casa
con dinero ni la prensa le aclama.
Me asusto por nada, por nada de nada.
Dos pelícanos van
de la mano ante la autoridad a confesar
que me vieron amarte en el zoo
y aquello estuvo mal, bastante mal.
Dos pelícanos van
de la mano ante la autoridad.
Echo de menos las giras,
volver el domingo y quererte hasta mañana.
La vida era tan fácil y además
tenía suerte y derrochábamos
dinero hasta que no había nada,
pero llevabas zapatos de Prada.
Ceno con los chicos los jueves
y dicen que siempre tuve algo especial.
Me vuelvo a casa a empezar
a hacer canciones sobre el jorobado
y las campanas de Notre Dame.
A ver cómo quedan, si no te dan pena.
Dos pelícanos van
de la mano ante la autoridad a confesar
que me vieron amarte en el zoo
y aquello estuvo mal, bastante mal.
4 Comments:
Los pelícanos necesitarán un buen abogad@.La tristeza no se salva.
Triste es, y bastante...
;-)
Siempre pensé que era una novela rusa esta canción.
Besos,
if
Verdades como puños.
Sigo yo sin comulgar con ruedas de molino...
Publicar un comentario
<< Home