Siempre que quiera (chis pún)
Ánimo pero no hay salida de ninguna manera
He aquí que en este instante presiente que sólo el abismo, los rocosos lugares comunes del abismo le cercan ahora, cuando una vez se planteó que de ningún modo era ésa la única salida, sino que había cualquier otra cosa detrás, alguna fría o férvida baranda a la cual aferrarse, broza expugnable y seguro que caramelos sin intermediarios pero ésa era la única verdad, desde luego nada radiante ni del color de la esperanza, polígonos, hexágonos, heptágonos, sólo figuras y/o geometrías paralelas, botellas fuera del mar y mensajes en el abrevadero, códices con el potente lema del NO, caballeros sin montura, yelmos en la noche que Panero versificó, la tonada de cuatro gilipollas que se creen genios, tú al otro extremo y lanza al costado, no tengo por qué cubrirme y no obstante la huida, y entonces mirar atrás, auspicio y humedad, las cadenas a ras de suelo, escombreras de los dedos y anáforas agitadas, retroceder al interior del patio, la torre de control, el vino de pellejo, los cigarrillos de cannabis, el cristal de la mesa, hielo en túmulos, vermú de solera y chorro de whisky, ignorar que la realidad de pronto, ostentar una acreditación diciendo que eso es lo único que ojalá no hubiera ocurrido, que ojalá no te hubiera conocido nunca, y por entonces y por siempre, ojalá no te hubiera conocido nunca.
Se acabó. El odio me royó la razón,
con mi época estoy comprometido.
Y el amor se fue volando por el balcón
adonde no tuviera enemigos.
Y ahora estoy en guerra contra mi alrededor.
No me hace falta ningún motivo;
y es que soy maestro de la contradicción
y experto de romper lo prohibido.
Y por eso los chiquillos ya se acercan a mí,
que intento ser feliz.
Y desde entonces de esta cárcel no me dejan salir,
ni tengo adónde huir.
Voy a hacer un butrón,
que saque la cabeza fuera.
Sigo preso,
pero ahora el viento corre alrededor.
Por mis pecados, sigo preso.
Carne y hueso.
Si muere de hambre el mundo alrededor,
tú y yo, total, de carne y hueso.
Por dinero, los maderos, ¡ay!, van detrás de mí,
que intento ser feliz.
Y abocado, a los tejados, me he mudado a vivir,
por desobedecer,
por ver al Sol salir,
por sacar la cabeza fuera.
Sigo preso,
pero ahora el viento corre alrededor.
Por mis pecados, sigo preso.
Carne y hueso.
Si muere de hambre el mundo alrededor,
tú y yo, total, de carne y hueso.
Necesito saber.
Dime tu nombre,
de dónde sale el sol
y de qué se esconde.
Si miro alrededor, no puedo comprender, me da pereza.
Si hay algún escalón pa' dar un tropezón, voy de cabeza.
Tú y yo en la habitación para que vuelva Amor: naturaleza.
Hay un televisor en medio del salón. No me interesa.
Vente a la sombra, amor, que yo te espero;
que tengo el corazón aquí con bien de hielo.
Vente a la sombra, vente, amor, que yo te espero;
que tengo ya el cerezo en flor dentro del cuerpo.
Se me cae la casa desde que se marchó.
Y ahora ya sólo espero el derribo,
y es que perdí la pista del eje del salón,
y estoy continuamente torcido.
Y ahora sólo pienso en ella
y no encuentro razones
cuando su recuerdo se me clava entre las cejas,
sueño con melones encima de la mesa.
Buscando mi destino,
viviendo en diferido,
sin ser, ni oír, ni dar.
Y a cobro revertido
quisiera hablar contigo,
y, así, sintonizar.
Sueño que empieza otra canción;
vivo en el eco de su voz, entretenido.
Sigo la estela de su olor,
que me susurra: vámonos, vente conmigo.
Hay un desierto, hay un vergel
lleno de flores de papel.
Pensaba
que sería frío el amanecer.
Te equivocabas otra vez:
Quemaba.
Llegó el verano y asoló la primavera,
y el sol asfixia en tu jardín,
y se le caen los pajaritos a la higuera,
que ya no cantan para mí.
Abrí los ojos para ver;
con el destino me encontré
de cara.
Lo tengo todo a medio hacer.
Me preguntaba si tal vez...
mañana.
Vente a la sombra, amor, que yo te espero;
que tengo el corazón aquí con bien de hielo.
Vente a la sombra, vente, amor, que yo te espero;
que tengo ya el cerezo en flor dentro del cuerpo.
Necesito saber.
Dime tu nombre,
de dónde sale el sol
y de qué se esconde.
Si miro alrededor, no puedo comprender, me da pereza.
Si hay algún escalón pa' dar un tropezón, voy de cabeza.
Tú y yo en la habitación, para que vuelva Amor: chorros de lefa.
La buena educación de la televisión no me interesa.
4 Comments:
Bufff....sin respiración...
Supongo que se trata de olvidar que no hay salida.Vivir engañad@, y a partir de ahí surgen una serie de teorías psicólogicas, sociales y económico-políticas...gran post y canción.
Muy bueno todo, el sms, el post y la canción... Qué gran verdad, Suarón...
Gracias a todos, y en especial a Suarón, por la parte que le toca :-)
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