15 julio 2006

Venas y licuadoras

Con un goteo sutil y unos brazos caídos permanezco extasiado observando el espectáculo subterráneo de la velocidad de rotación, mientras los árboles recuerdan con sus ramas todo lo que termina, todo lo que se evade. La red, la maraña, la madeja espesa que palpita en silencio no me dice nada, al menos nada que no sepa ya, no descifra futuros o próximos temporales aunque no me resulte muy difícil pronosticarlos por mí mismo, dibujar con fidelidad sus contornos.
El circular de la sangre por raras tuberías de plástico me inquieta, me siento ajeno a su movimiento, no obstante todo ocurre tan dentro, es tan real que parece mentira: Gasa reseca como niebla que sin embargo nos confunde en tardes de domingo.
Cuando se muestra la sangre caliente, tan caliente, burbujea perpetuando la melancolía que profesamos ante la que aún llamamos vida, nos salpica el sentimiento más profundo de tristeza y de querer exiliarnos del uno y del principio, ese borrarse inmemorial que más que un ansia se torna en un rotundo imposible.
Derrama hasta la última gota y rompe el vaso tras horas (horas, horas) y tantos días, y ya le ha dado tiempo hasta a enfriarse y congelarse y quebrarse en mil pedazos, a estrujarse y comprimirse, a abandonar kilómetros de hilo en el camino, a soltarlo y menospreciarlo y menoscabarlo sin un mínimo de respeto, sin la más mínima consideración.
Las venas sin colores como todo, porque nada conserva una nimia gota de coloración, ni la inmaculada pátina que abandona la noche tras los crueles, infinitos, inabarcables rayos solares. Mis venas se quedan sin señas de identidad, sucios y exhaustos cables de corriente alterna, miembros hurtados al error de la Historia, callados y dolorosos espectadores de algo que no debió ser y fue.
Qué largo todo, y qué tonto y qué tedioso. Ya están todas mis venas vestidas de boda.
Extática magia son.

4 Comments:

At 02:59, Anonymous Anónimo said...

Guaje, cuando escribas el libro, yo te lo corrijo, vale? Porque a mi también me gustan las equis, pero joliiiiiiiiiiiiiin... ja, ja.
Por cierto, no se de qué hablas, pero me suena. Y me gusta.

 
At 04:00, Anonymous Anónimo said...

Yo te defiendo guaje, hasta que llegue el lunes,


extático, ca.
(Del gr. ἐκστατικός).
1. adj. Que está en éxtasis, o lo tiene con frecuencia o habitualmente.


En cuanto al texto, ¿es figurado o has dado "vida" recientemente"

 
At 09:58, Blogger Guaje Merucu said...

Pues sí, la "x" era deliberada, aunque no tenga diccionario ésta sí la conocía :-)

 
At 03:05, Blogger SEO said...

Nuestras licuadoras industriales están fabricadas en acero inoxidable y son ideales para la operación de cocinas, hoteles, restaurantes. Diseñadas para procesar grandes cantidades de alimento en corto tiempo.

 

Publicar un comentario

<< Home