04 julio 2006

Brasa de semana que fina

Y ya pasó el lunes: tan deprisa, como si nada hubiera ocurrido, como ocurre siempre.

Lusitania
El doble de Ricardito Bofill me asedia en el tajo durante toda la mañana del sábado. Ávido de viajes, sediento de descanso, hambriento de cultura, sol y playa, sangría y paella transita entre Lisboa, Madeira, El Arenal o Alcudia en Mallorca, Peñíscola, Gandía o Denia, Llanes, Santoña -vamos, de todo un poco salvo Sebastopol- para terminar introducido a marchas forzadas en el Trenhotel Lusitania del domingo rumbo, al igual que un Don Juan desterrado, a Estoril.
Merced a mi profesional asesoría, por supuesto.


Trenhotel
Almorcé muy tarde ese sábado y me retiré a los aposentos de mi vagón (el más lento de la ciudad) y no caí en la cuenta de lo cansado que estaba hasta que vi en el reloj, a duras penas tras despertar, que eran las nueve de la noche.
And End.


Terapia musical (sábado)
El escarabajo más grande de Europa, de El Niño Gusano, se bastó y se sobró. La canción "Duerme" me inspira unas líneas de momento torpes: una de sus frases redondas es un eco que tira del hilo, un prometedor huevo de gusano.


Sol, déjame en paz
De un salto salto al domingo y me planto en plena Puerta del Sol, donde en metro Sol salida Mayor espero por él y ella, que se retrasan más de lo debido pese a avisarme del retraso y me retraigo bajo una escasa sombra vaporosa. Señores maduros calientes, apoyados en las barandillas ardientes de la boca de metro caliente, escrutan escotes escandalosamente, descarados espías desde las bajas (bajas de bajeza) alturas mientras son observados por mí, no menos bajo y viejo verde que esos señores, aunque no me masajeo la entrepierna como veo que ellos hacen.


Carretera y top manta
Emulando a los jugadores de tute unos señores comienzan a arrojar sus cartas sobre su improvisado tapete a escasos metros de mí, cada cedé y deuvedé piratas caen como el plomo en un día plomizo (no olvidemos que es domingo) y ni la presencia policial en el centro de la plaza les amedrenta un ápice. Entonces aparece Sabina en la baraja por tercera vez en tan poco tiempo: Xixón, la Feria del Libro en El Retiro (ante la más exitosa fila aguardando por su autógrafo) y esta carretera de kilómetro cero con top manta incluido.


Arco de Cuchilleros
Llegan él y ella, caminamos hacia la cercana Plaza Mayor, la rodeamos, nos asomamos a cada uno de sus arcos, incluso nos adentramos por el de la Calle Toledo; damos la vuelta, buscamos Cuchilleros y no queremos morir, sólo tenemos un poco de hambre y mucha, demasiada sed. Hablamos de poco, de nada. En las terrazas de la plaza nos reciben con honras turistas, en ésas estamos: gentes desorientadas a las que les han pintado este adusto gesto, y ni siquiera a nuestro pesar. Preguntamos por el dichoso arco. Un matrimonio nos lo indica con precisión de bisturí. Avanzamos hacia el primer local.


Sangría, por favor
No siendo un gran bebedor de sangría acojo con una sonrisa la jarra que él me ofrece. Me dejo servir un vaso, dos, tres y se esfuma la elegancia, todo ese dandismo que hasta ese preciso instante exhalaba, me convierto en un mortal más, el enésimo. Pienso: Cuánta vulgaridad. Sonrío y sonrío mucho. Indiferente.


Champiñones gigantes
Mesón del Champiñón, muy poco después. Tapa de champiñones gigantes, pero más me sorprendo ante el alarde psicodélico de la decoración al observar adheridos en las paredes, bastante altos, infinidad de champiñones más grandes aún que degustaría encantado, porque yo también quiero crecer a pesar de que Algora nos diga en la canción eso de "En el espejo no hay otro lado / cualquier cuerpo se vuelve una prisión..."


Turistas
Estamos rodeados de alemanes y justo detrás nuestro se sientan dos chicas: una con rasgos anglosajones y otra orientales. Me piden que les haga una foto: primero clava en mí sus ojos azules la anglosajona y me sonríe mientras me indica con el índice el disparador; después, con un modelo de videocámara ultramoderno Nikon, la chica de oriente me pide lo mismo y repito tarea desde el taburete de al lado, cuestiones de punto de vista... De improviso, soy el primer sorprendido cuando ella (la compañera de él, de mi acompañante) extrae una pequeña cámara de su bolsito y les pide a las turistas que nos retrate. De nuevo sonrío con sonrisa de oreja a oreja. Luego apuro mi cerveza de un trago. Luego nos vamos.


Perder autobuses
Por tres minutos perdí mi autobús, lo sabía antes de abandonar las instalaciones del metro y no realicé ningún esfuerzo en vano. Me notaba algo borracho, ya que, de vez en cuando el cuerpo, como un viejo carro de supermercado, se iba inexplicable y autónomamente hacia una dirección cualquiera cuando yo quería avanzar en línea recta. Pasaron junto a mí dos caras conocidas (saludándome una de ellas), creí introducirme en un autobús que estaba detenido en mi dársena habitual. Apoltronado, saqué mis compras de la bolsa de Fnac.


La dolce vita
Irónicamente, el deuvedé de la famosa película de Fellini que adquirí tiene estampado en su contorno lo siguiente: "Distribuido por Suevia Films S.L. C/ Plomo 10 - B. Pol. Industrial Sur. 28770 Colmenar Viejo (Madrid). Suevia Films. Cine en casa y mucho más". Desde luego.


Me voy
Fue imprescindible caminar un largo trecho al bajarme del autobús. Anocheció muy rápido y a la altura de la casa, junto a la marquesina, estaba detenido y listo para salir el autobús hacia Madrid. Era de noche ya -decía-, y en el interior de ese autobús comprobé que me encontraba como único pasajero, ansioso y desesperado, torpe niño que descubre el mar por primera vez, digno viajero nocturno entre tanto vacío. No me quedé mirando la salida del autobús. No me gustan las despedidas.


Terapia musical (domingo)
Las jugadas imposibles de Tachenko, sobre todo con "1986" y "Arconada".


Epílogo (de lunes)
Casi a la hora de cerrar, en conversación telefónica, un cliente, satisfecho con mis gestiones, me llama "tío bueno". Es la primera vez en mi vida que me lo dicen, lástima que provenga de un hombre tan hombre, de un hombre de Lviv, Ucrania.

3 Comments:

At 11:06, Blogger El Brujo said...

No puedo dejar de felicitar sinceramente al Merucu por su prosa...
No así por sus gustos musicales ni por alguno de sus enlaces, concretamente dos :-).

 
At 12:21, Blogger Guaje Merucu said...

¿Uno de los enlaces puede ser El Brujo y la vida?

:-)

Thanks...

 
At 14:30, Blogger El Brujo said...

Tres, quería decir... :-)

 

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