AX blanco #2
Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
José Agustín Goytisolo
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
José Agustín Goytisolo
Si no puedo volver atrás, entonces iré hacia delante.
Sexto: no fue la vía, sino la estela de lo que se quedó detrás la parte que hay transformar en visible.
Séptimo: aunque nadie lo merezca, el ejercicio de la despedida entrará asimismo en el marco: así tal como un boceto, una broma que pueda demacrar el conjunto: succionar lo más agrio, menguar el peso del dramatismo en cada viraje.
Octavo: golpear el teléfono contra la acera mojada pisoteando al compás los cachos que opongan resistencia; hacer caso omiso a los goterones que revientan sobre la nuca en la inclinación profesional, porque más cerca se abarca y se engrandece el radio de acción, se remata el trabajo y se ingresa el sueldo satisfactoriamente: sintiendo que uno se ha comportado de la manera más honesta que le ha sido posible.
Noveno: desconoces cuánto duele hasta lo infinito: malas artes de disimulo cuajan por encajar el desorden, salvar la cosa que entre plantas y árboles se dice con palabra inteligente, que se deja sacudir brusca y luego partirá, como un ridículo o un motor destartalado.
Décimo: caen las estrellas al ritmo de la lluvia; las olas que superan un resplandor de luz última, involuntaria, viendo a nadie con algún interés, se desintegran: no vuelvo atrás, voy hacia delante: pero si es que cualquiera puede comprender lo que eso quiere decir.
Sexto: no fue la vía, sino la estela de lo que se quedó detrás la parte que hay transformar en visible.
Séptimo: aunque nadie lo merezca, el ejercicio de la despedida entrará asimismo en el marco: así tal como un boceto, una broma que pueda demacrar el conjunto: succionar lo más agrio, menguar el peso del dramatismo en cada viraje.
Octavo: golpear el teléfono contra la acera mojada pisoteando al compás los cachos que opongan resistencia; hacer caso omiso a los goterones que revientan sobre la nuca en la inclinación profesional, porque más cerca se abarca y se engrandece el radio de acción, se remata el trabajo y se ingresa el sueldo satisfactoriamente: sintiendo que uno se ha comportado de la manera más honesta que le ha sido posible.
Noveno: desconoces cuánto duele hasta lo infinito: malas artes de disimulo cuajan por encajar el desorden, salvar la cosa que entre plantas y árboles se dice con palabra inteligente, que se deja sacudir brusca y luego partirá, como un ridículo o un motor destartalado.
Décimo: caen las estrellas al ritmo de la lluvia; las olas que superan un resplandor de luz última, involuntaria, viendo a nadie con algún interés, se desintegran: no vuelvo atrás, voy hacia delante: pero si es que cualquiera puede comprender lo que eso quiere decir.
1 Comments:
¿qué fue de Perdis? ¿sigue habiendo vida?
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