No confundir SCQ con SVQ
En alguna web corporativa de noticias leí días atrás que un avión que había despegado de Barcelona con destino a Santiago de Compostela había aterrizado en Sevilla. La causa no hay que buscarla en la meteorología, la seguridad antiterrorista o los recientes y catastróficos incendios, sino en un error con los códigos de los aeropuertos. Y un error en algo tan en apariencia intrascendente y prosaico localizado en una sola letra. Al cambiar una C (de SCQ, Santiago de Compostela) por una V (de SVQ, Sevilla) dotaron de una suerte de aliento poético a un trivial desplazamiento, lo aproximaron al concepto o metáfora de viaje, tal vez de pequeña aventura. Aunque ya se sabe, no somos (ni fuimos nunca) seres muy inclinados hacia la poesía, es posible que tampoco hacia lo humorístico, así que el cabreo de los pasajeros de aquel vuelo fue superlativo. No queremos ver la poesía de las pequeñas cosas pese a que muchas veces esas pequeñas cosas ejerzan un poder decisivo en lo ordinario, y terminen por chafarnos nuestro viaje de negocios, nuestro tránsito urgente e imparable hacia ningún lugar.
4 Comments:
vos sabés cómo ladra un perro en Argentina?
- eeeeezte, guaaau.
jejeje
esi calamaro again
La verdá que con poesía o sin ella vaya gambazo... una vez más se demuestra la importancia de las palabras, bueno nesti caso de las letras. ¿pasó de verdá esa historia?
Sería la típica historia que le pasaría al cargao...
Sí es cierta, aunque el origen es más prosaico, de índole "capitalista".
:-)
Desde el aeropuerto de Charles de Gaulle de París me facturaron las maletas con destino SCQ (Santiago de Compostela) cuando yo iba a SVQ (Sevilla), menos mal que me fijé en la pegatina que no correspondía con los datos de mi billete...
Publicar un comentario
<< Home