29 julio 2007

Canción de Adiós

Fuiste la luz de mi vida
y mi musa preferida
pero todo se acabó;
fuiste mi cruz de rosario
mi suerte en el calendario
la dueña de mi colchón.

Fuiste un tango puro y duro
escrito en papel oscuro
que no quiero ni cantar;
una guitarra sin cuerdas
un collar falso de perlas
que nunca vieron el mar.

Fuiste un jardín de malvones
un vinilo sin rayones
una dama de verdad
que duró 15 minutos
y ahora me dejas el luto
de no querer verte más.

Fuiste una lady Madonna
fuiste un gol de Maradona
fuiste la mano de dios;
fuiste todo pero fuiste
yo no sé si me entendiste
que te estoy diciendo adiós.

Fuiste un "día que me quieras"
fuiste Gardel y Le Pera
y la Isla de Camarón;
fuiste en Madrid Hortaleza
y en Buenos Aires princesa
reina de mi corazón.

Fuiste la luz de mi vida
y mi musa preferida
que ya no puede inspirar
ni un canto ni una ranchera
ni un solo verso siquiera
sólo esta canción de adiós...

Y este fue mi testamento
de un amor que de contento
no me dejó ni el sudor;
sólo queda despedirme
con voz ronca pero firme
el mal trago ya pasó.

Medio vals, mitad ranchera
le pongo el nombre que quieras
y lo pinto Rock and Roll;
acá adelante de todos
te estoy diciendo a mi modo,
te estoy diciendo a mi modo:
buena suerte, chau, adiós...

Coti

20 julio 2007

Pequeño Vals Vienés

En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals,

este vals con la boca cerrada.

En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados,
hay frescas guirnaldas de llanto.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals

este vals que se muere en mis brazos.

Este vals, este vals, este vals, este vals

de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.

Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals,
este vals de quebrada cintura.

Este vals, este vals, este vals, este vals
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.


En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.¡Mira qué orillas tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.


¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals,
este vals del "Te quiero siempre."

Este vals, este vals, este vals, este vals
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.

Morente y Lagartija Nick, OMEGA

10 julio 2007

Y no es lo mismo

Por ejemplo:
Los ruidos de las sirenas de los coches patrulla, las ambulancias, el crujir de envases y cristal del camión de la basura, dices igual aquí que en cualquier otra ciudad, y no, no es lo mismo.
Los lápices de colores y las grapadoras, el brillo de los clips, el tono del teléfono y la respuesta tampoco es lo mismo.
La lavadora dando vueltas, repitiendo el círculo, la caída del agua al abrir un grifo, el chisporrotear del aceite caliente, por más que te molestes en afirmar, no, no es lo mismo.
Un paseo a priori anodino, una forma idéntica de malgastar el tiempo, como una tarde de domingo me cuentas, y repites y quieres convencerme pese a mi no, no es lo mismo.
Abrir un libro de Cortázar, pongamos Rayuela, sin que piense y me convenza de que no, no es lo mismo.
Cerrar los ojos hinchados y escocidos porque no, no es lo mismo.

08 julio 2007

Muérete ya, Merucu

EL TÚNEL DE LAVADO (EPIFANÍA). Chucho, Koniec

Hoy vamos a renovarnos,
hoy vamos a confesarnos,
lavaremos nuestra alma
en el túnel de lavado,
pero los viejos lo saben:
nada cambia nunca, ni nadie,
así que ahórrate trabajo
y muérete ya, Fernando.

He perdido tanto tiempo
que ahora no lo encuentro;
ya no encuentro el momento
de arreglar lo nuestro,
y la vida nos arrastra
por caminos de montaña;
he perdido tanto tiempo
y no, ya no voy a volver hacia atrás.

Y la vida nos arrastra
bajo cielos con borrasca
y no, no podemos volver hacia atrás;

entra en el túnel del amor,
que aquí dentro ya te espero yo,
con mi disfraz de bruja estoy,
entra en el túnel del amor.

Hoy vamos a refrescarnos,
vamos a refrigerarnos,
lavaremos nuestra sangre
en el túnel de lavado,
pero los viejos lo saben:
nada cambia nunca, ni nadie,
así que ahórrate trabajo
y muérete ya, Fernando.

Defraudados parcialmente,
ni siquiera totalmente,
ni para eso ya valemos,
es lo que dice la gente,
y hasta que esto se aclare,
no se mueva de aquí nadie,
defraudados parcialmente,
y no, ya no voy a volver hacia atrás.

Y la vida nos arrastra
bajo cielos con borrasca
y no, no podemos volver hacia atrás;

entra en el túnel del amor,
que aquí dentro ya te espero yo,
con mi disfraz de bruja estoy,
entra en el túnel del amor.